martes, 25 de junio de 2019

La Causa de Muerte de Judas Iscariote


En Conclusión: La Causa de Muerte de Judas Iscariote



Por: Frank Jhonattan Weffer

Decir que una investigación es fácil, es como decir que la metodología en la investigación no sirve, nada es fácil pero tampoco nada es imposible y en eso Dios ha permitido que seamos capaces de transformar lo sencillo en algo complejo y lo complejo en algo sencillo.

Tal es el caso de este trabajo investigativo, que propone determinar las causas que ocasionaron la muerte de Judas Iscariote discípulo y apóstol de Jesús de Nazaret. Este personaje, que en principio la biblia afirma que era un amigo de Jesús y que tomo parte en el ministerio desempeñándose como el administrador posiblemente con Mateo y que la historia lo juzga como el más grande traidor del mundo entero, dando origen a una gran cantidad de manifestaciones culturales como la quema del judas, además de los conflictos de quienes creen que Judas se salvó finalmente después de su muerte como pretenden los partidarios de La Seguridad Eterna, o tantos otros cuentos que van de generación en generación, que a la final hacen un gran daño colectivo para quienes no están afirmados en el evangelio de Cristo Jesús.

En ese contexto, la investigación arrojo datos importantes que han permitido generar respuestas muy acertadas y bajo un enfoque bíblico, demostrando imparcialidad cuando se ha usado cuatro versiones bíblicas para el aporte de los datos que fueron analizados en detalles, permitiendo además el surgimiento de nuevas propuestas de investigación en torno al personaje en estudio. Ante todo esto, se puede decir que:

Judas Iscariote, fue discípulo y apóstol de Jesús de Nazaret (Lucas 6. 14-17) teniendo parte en el ministerio, desempeñándose como administrador o tesorero (Juan 13. 29). Es considerado como amigo íntimo por el propio Jesús (Juan 13. 18) (Salmos 41:9), además de ser instruido con autoridad junto con los otros apóstoles para predicar, sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar demonios (Mateo 10:6-8) (Marcos 3:14-15).

Desde un punto de vista genérico, la muerte es la finalización de las actividades vitales de un organismo. La muerte es el término de la vida a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso homeostático. Se trata del final del organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento.

Es importante destacar que en el ser vivo las diversas funciones biológicas que lo caracterizan, no operan en forma aislada, sino que están organizadas armónicamente, de tal modo que el funcionamiento del organismo vivo como un todo viene dado por la integración de sus partes. Esta organización integrada y unitaria del individuo se pierde en el instante de morir. 

Una reflexión inicial pone de manifiesto que el concepto de muerte de un individuo como un todo tiene connotaciones negativas: la muerte es la ausencia de vida, es decir, algo de lo cual el individuo se ve privado; está muerto aquél que ha dejado de estar vivo. Así, para señalar la muerte de una persona corrientemente se utiliza la expresión «ha dejado de existir».  

En la práctica diaria, para formular el diagnóstico de muerte los médicos nos valemos de la comprobación clínica del conjunto de los siguientes signos negativos de vida: 

a) ausencia de pulsos periféricos y de latido cardíaco;
b) ausencia de movimientos respiratorios;
c) inconsciencia y falta de movimientos voluntarios y reflejos (ej: reflejo corneal);
d) ausencia de respuesta a estímulos dolorosos; e) presencia de midriasis paralítica;
e) presencia de cianosis. 

Con posterioridad a la muerte del individuo aparecen fenómenos cadavéricos inmediatos o signos positivos de muerte: 

a) enfriamiento corporal (algor mortis);
b) rigidez cadavérica (rigor mortis);
c) livideces cadavéricas o manchas de posición (livor mortis);
d) deshidratación. 

En el caso de Judas Iscariote, su muerte debió ser horrenda, dolorosa y sistemática, tomando en cuenta lo citado por Mateo 27.5 que señala que se ahorcó, mientras que Hechos 1. 18 se refiere a una muerte producto de una caída de cabeza y que en la caída se abrió su cuerpo derramando sus vísceras, entrañas o intestinos.

A considerar los datos que nos aporta las sagradas Escrituras en torno a las causa de muerte de Judas Iscariote, el ahorcamiento señalado en Mateo 27. 5 fue posible pero no determinó un factor de muerte definitiva ante la falta de más aportes bíblicos que afirmen los hechos o acontecimientos, ni antes ni después. 

En cambio, Hechos 1. 18 deja ver una afirmación que tiene fuerza con respecto a la causa de muerte definitiva de Judas Iscariote, primero lo dice el apóstol Pedro con una base profética del antiguo testamento, señalando al autor y coautor y lo que debía acontecer (Hechos 1. 16-18) pero haciendo referencias en el Salmo 69. 25 y el Salmo 109. 8 lo que genera confiabilidad; Segundo las dos posibles causas de muerte (caer de cabeza y reventado con desprendimiento de órganos fuera del cuerpo).

En ese contexto, para determinar la causa de muerte de judas Iscariote se establecen los siguientes hechos mencionados por la palabra de Dios:

1.       Judas Iscariote se ahorco (Mateo 27. 5). Decir que el ahorcamiento fue causa principal de la muerte de Judas Iscariote, es desmentir lo citado en Hechos 1. 18. Pero si es posible que el proceso de ahorcamiento contribuyo a la muerte de Judas.

2.      Judas Iscariote se cayó de cabeza, se reventó y se desparramaron sus entrañas (Hechos 1.18). afirmar que esta es la verdad sobre la muerte de Judas es no aceptar la verdad en Mateo 27. 5, aun cuando este muestra fuertes elementos basados en hechos proféticos citados en Hechos 1. 16-18 refiriéndose a los Salmos 69. 25 y 109.8.

Ante tal verdad, sin contar con las evidencias de las escenas de los hechos y apoyándose en tan solo dos (02) referencias del Nuevo Testamento y dos (02) del Antiguo testamento, se propone un posible escenario que reconstruye los hechos que dieron origen a la muerte de Judas Iscariote, veamos a continuación:

Que este, regresando arrepentido o con remordimiento, devolvió las 30 monedas y se retiró del lugar, ahorcándose rompiéndose la cuerda durante la acción, y cayendo de cabeza su cuerpo se abrió desparramando sus órganos.

Es posible que el ahorcamiento en Judas Iscariote lo dejara casi muerto, pero con vida. También es posible que cuando este cayera de cabeza se haya visto muy afectado con los múltiples golpes que sufrió, más si solo hubiese sido una caída y solo golpes es probable que sobreviviera, pero de lo que si es seguro de muerte es el desprendimiento de sus órganos fuera de su cuerpo, en esto no hay discusión alguna.

En conclusión, el proceso de ahorcamiento y la caída de cabeza afectaron el cuerpo y contribuyeron a la muerte de Judas Iscariote, pero la causa que determina la muerte definitiva de Judas Iscariote fue el desprendimiento de sus órganos producto de la caída.

BIOGRAFIA BIBLICA DE JUDAS ISCARIOTE

BIOGRAFIA BIBLICA DE JUDAS ISCARIOTE
 

Por: Prof. Frank Jhonattan Weffer
 
Judas Iscariote, hijo de Simón (Juan 13. 26) fue discípulo, escogido y nombrado apóstol (Lucas 6:14-16) por Jesús de Nazaret, aunque llego al Señor por el Padre que está en los cielos (Juan 6. 65). Instruido con autoridad junto con los otros apóstoles para predicar, sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar demonios (Mateo 10:6-8) (Marcos 3:14-15), es considerado como amigo íntimo por el propio Jesús (Juan 13. 18) (Salmos 41:9), tanto que se le conocía como el administrador o tesorero del Señor (Juan 13. 29).

Como todos los apóstoles de Jesús, era probado en la fe por el mismo Señor (Juan 13:10-11), es mencionado en la biblia como “diablo” (Juan 6:70) y “ladrón” (Juan 12:6). 

Fue Judas Iscariote quien cuestiono a María por haber derramado un Frasco de Perfume de Nardo sobre los pies de Jesús (Juan 12.5), entonces entro satanás en el (Lucas 22. 3), para posteriormente dirigirse hasta los principales sacerdotes y discutir la oferta con los mismos a cambio de entregarle al Hijo del Hombre (Mateo 26. 14-15) (Marcos 14. 10), y tomando una compañía de soldados y alguaciles, se dirigió hasta el lugar donde se encontraba Jesús de Nazaret para entregarle y apresarle (Juan 18. 3).

Las escrituras señalan, que este discípulo al ver que había entregado a un hombre inocente fue arrepentido hasta los sacerdotes y les devolvió las 30 monedas de plata (Mateo 27. 3) y fue, y se ahorco (Mateo 27. 5), aunque el Libro de los Hechos de los Apóstoles (1. 18) menciona que se cayó de cabeza y se reventó hasta salírsele las vísceras.